La fiebre es uno de los síntomas más frecuentes ante infecciones virales. El organismo la presenta como parte de su respuesta defensiva del sistema inmunológico para combatir la infección.
La fiebre se caracteriza por un aumento temporal de la temperatura corporal. Normalmente, el cuerpo oscila entre los 37ºC. Cuando se produce un aumento leve de la temperatura, se denomina febrícula (37ºC-38ºC), una vez que se superan los 38ºC se considera fiebre.
En ciertas ocasiones es importante tener en cuenta que este aumento temporal de la temperatura corporal puede llevar consigo ciertos síntomas, como pueden ser escalofríos durante la fase inicial, malestar general, dolor muscular y articular, dolor de cabeza, náuseas y falta de apetito.
Causas de la fiebre
Algunas de las causas de la fiebre pueden ser de origen infeccioso, como las infecciones virales o bacterianas, que son las más comunes y pueden presentar fiebre como uno de los síntomas.
Algunas infecciones virales, como el virus de la gripe (influenza) o resfriados comunes pueden provocar fiebre. En el caso de la gripe, la fiebre suele ser más intensa que en los resfriados.
Además de las infecciones virales y bacterianas, otros trastornos inflamatorios o autoinmunitarios (no infecciosos) pueden causar fiebre. También algunas vacunas pueden alterar el organismo y provocar un aumento temporal en la temperatura corporal.
En caso de fiebre, ¿Cuándo se debe consultar al médico?
Por lo general, la fiebre no suele ser un síntoma grave, pero si es importante hacer un seguimiento adecuado del padecimiento, ya que puede alargarse o llegar a temperaturas más altas de lo normal. Ante estas situaciones, es importante garantizar una atención médica adecuada:
- Aparición de síntomas secundarios como dolor de cabeza intenso, vómitos y náuseas.
- Dificultades respiratorias, falta de aire o sensación desagradable durante la respiración son dos síntomas que deberían llevar atención médica.
- La fiebre durante más de 4 días. Si la fiebre dura más de 4 días, a pesar de recibir un tratamiento adecuado, es recomendable buscar atención médica.
En caso de fiebre, ¿Cuándo se debe consultar al médico?
Para el tratamiento de la fiebre existen hábitos como guardar reposo y mantener hidratado al cuerpo, ya que es imprescindible recuperar líquidos y de este modo, también aliviar síntomas relacionados con la propia fiebre como la congestión nasal.
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